El torneo local está prácticamente en su recta final, está
claro que serán Alianza y Aurich quienes se enfrenten en un ilógico play off, ilógico porque si Alianza sumó
más puntos y además no hay fase de grupos, entonces por qué jugar una final, y
no darle el título a los íntimos. Pues resulta que esta no es la única
peculiaridad de nuestro alicaído torneo, penoso torneo un torneo a lo Burga.
Basta con mencionar que el actual puntero de nuestro
descentralizado, Alianza, pasa por una grave crisis, nunca tan grande como la
de su compadre, pero no por eso menos calamitosa. Resulta que sus jugadores
firman planillas y no han cobrado ni un solo sol, pues ellos están seguros que
como aquí en el Perú no existe la cultura del “perro muerto”, una vez que hayan
alcanzado el título, la directiva les pagará lo que ellos han estado firmando.
Ustedes qué creen.
Es decir que nuestro campeón puede ser un equipo que nunca
cobró y le sacó la vuelta a la ley, diciendo que se pagó cuando todos saben que
no. Y el Presidente de Agremiados, dice que “todos saben que no se les ha
pagado”, pero papelito mando pues.
¿Mencionamos a la U? Aunque cause risa, que no jueguen por ahorrar una noche de hotel, que no importa cuál sea el resultado
siempre perderán, hablamos del único equipo que jamás ha estado en
segunda y quién sabe el próximo River. Y es que su retaco presidente es un sinvergüenza,
al entrar dijo que toda empresa se endeudaba los dos o tres primeros años, para
luego recuperarse, ¡¡¡pero ya en un año estamos perdiendo lo de tres!!!!! Y este es el equipo que les guste o no a los demás peruanos nos
está representando en La Sudamericana. Por eso menciono que esta situación es
insostenible.
Cristal no se queda atrás, casi se va a la baja, y rompe
todos los códigos éticos (que es cierto, con eso no se campeona) pues juega, si
gana no reclama y si pierde corre ante quien sea pidiendo los puntos, una vergüenza,
una vergüenza que está avalada por una ley ilógica, en la que todos tienen que
estar pagos ( y está bien, así debe ser) pero está tan mal hecha, que aquí he expuesto
tres formas de perjudicar más que de ayudar.
Finalmente, es hora de reflexionar, nuestro fútbol se cae a
pedazos, los clubes que sobreviven en su mayoría están bajo el poder de un mecenas,
que cuando se vayan o se aburran, dejaran una institución que sin ellos no podrá
continuar, es el caso de la Vallejo o el Aurich. Y los compadres, también deben
darse cuenta que no gobierna la voz del socio, ese que quiere al club, al
deporte, gobierna una oligarquía dispuesta a saciar sus ansias de poder y
dinero. La solución, hay gente más inteligente que puede darla, pero la
Sociedad Anónima, sin ser el sueño hecho realidad, y otras medidas pueden
salvar a nuestro campeonato.