26 diciembre 2011

El paradigma del 5: Xavi Hernández

En una época donde el enganche o el 10 dejaron de existir, la función creativa y de organización pasó a manos del 5 o doble 5, mediocampista central, mixto, todo campista, un puesto que en el fútbol de hoy tiene tal relevancia, que muchas veces se arman los equipos pensando en la comodidad de quien tendrá esa función. En esta realidad, de todos los que he visto, ninguno se compara a Xavi Hernández.


Más allá de conocer sus inicios, sus logros y todo lo demás, lo que pretendo es darle mi reconocimiento a quien nunca ha ganado el balón de oro, y quizá nunca lo gane, pero cuánto se lo merece, una máquina de jugar al fútbol, un tipo que tiene la cancha dibujada en la cabeza y que sabe, segundos antes que cualquiera qué es lo que ordena la jugada, si un pase largo, uno corto, si tocar atrás o al costado, si mandarla por arriba o al ras del piso, él lo sabe con anticipación. 

El Barcelona sin él, sería igual un extraordinario equipo, pero con él gana en categoría, en posesión del balón, en dinamismo, su juego, aunque lento a comparación de los que están junto a él, es el más rápido de todos, porque lo que se mueve es el balón, y ningún rival es capaz de descifrar lo que está por venir. Siempre encuentra una vía de escape, una manera para que el juego fluya de tal manera que su equipo se beneficie, no de inmediato, a mediano plazo, porque sin duda es un estratega, un DT más, pero que está dentro de la cancha.

Su despliegue físico también es digno de destacar, nunca está quieto, una vez que suelta el balón, busca el espacio, para controlar nuevamente los hilos del juego. No le falta gol, no los tiene en abundancia, pero los hace y muy buenos, además. Estamos hablando de un jugador sin comparación en este puesto.

Es el paradigma de todo jugador que quiera ser 5, organizador, con funciones tanto de defensa como de ataque, un todo terreno en la cancha, aquel que es el eje central de cualquier once que apueste por el fútbol de hoy, dinámico y vertical, sin embargo Xavi tiene también aquellas sutilezas del 10, ese juego horizontal y estético que tanto gustan a los que añoran el fútbol del ayer, en definitiva, estamos hablando de uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.

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