22 mayo 2014

Alianza campeón del Torneo del Inca

Alianza vuelve a alzar un título, y lo hizo venciendo a la universidad San Martín en un agónico partido que se resolvió por penales. Este equipo se valió del nuevo estilo propuesto por su técnico, orden, sacrificio y garra.


El primer tiempo fue ampliamente dominado por los santos, que controlaban la posesión y generaban las ocasiones más claras, los íntimos se acercaban al área rival a través de centros largos hacia el punta, pero los albos no tenían problemas para controlarlos. Así llegaron los goles, primero de Perea y luego de Silva, el partido parecía controlado y la final en el bolsillo. Sin embargo una cuestionada expulsión al colombiano Perea dejó a los de Santa Anita con 10 hombres, los ánimos se renovaron en los blanquiazules que empezaron a arrinconar a su rival, el primer tiempo concluiría sin moverse el marcador.

El segundo tiempo arrancó con Alianza encimando a San Martín, se notaba el hombre de más y eso es un valor que hay que rescatar, inexplicablemente los Santos no reaccionaron, por el contrario se agazaparon y como les pasó en partidos anteriores, empezaron a perder desde lo físico y peor aún desde la actitud. Los descuentos llegaron de la mano de Aparicio y faltando poco para el fin de los 90, Guevgeozián puso el empate que alargaba el partido.

Los suplementarios pintaban para ser un calco del segundo tiempo, pero también a los potrillos se les acabó la gasolina, con todo y ello crearon un par de ocasiones de peligro, finalmente los penales lo decidieron todo a favor de los íntimos, que se coronan campeones del Torneo del Inca, posiblemente sean los únicos ya que será complicado que se repita el próximo año.

¿Se acabaron los potrillos?

Mención aparte merece Guevgeozián, no es el típico 9 que Alianza siempre ha tenido, el de gambeta y goles bonitos, pero tiene gol, y mientras un delantero tenga gol nada se le puede criticar. El “Armenio” grafica claramente lo que es Alianza Lima hoy, un equipo que se ajusta a la tendencia mundial de presionar, correr, apretar, ser directo y eficaz frente al arco, pero que en esta reingeniería corre peligro de abandonar el juego que lo caracterizó desde su creación. Ayer Alianza ganó apelando al estilo de juego de su compadre y no tanto por la calidad y buen que han predicado por años. 

20 mayo 2014

Final UCL: La fórmula del éxito

La final de la UCL nos recuerda que las recetas mágicas no existen, que no hay fórmulas para el éxito eterno, lo único cierto es que el triunfo y la gloria son los objetivos de todo club.


Formula 1: Ataque letal
El Real Madrid, con sus estrellas, con sus millones busca su ansiada décima coronación en este torneo. Cristiano Ronaldo es sin duda su figura principal, el que aporta no solo desde el talento, sino desde su hambre de triunfo, sus ganas de dejar en claro que él es el mejor. No ha sido una temporada del todo regular para los merengues, si ben han hilado una gran racha de victorias, su fútbol aún no es compacto, aún no muestran la consistencia necesaria, al Real cuando las cosas no le salen se le diluyen las ideas y todo queda en manos de CR7 o Bale, alguna sorpresa individual. El riesgo ante el Atlético es que los colchoneros les corten los nexos y terminen desesperándose.

Formula 2: Orden Táctico
El equipo que ha demostrado que los puristas están equivocados, que se puede no tener el balón, cederlo, regalar la posesión y aun así ser agresivo, activo, ofensivo y ganador. Eso es el Atlético de Simeone, un equipo combativo, práctico, ordenado, es otra fórmula, conocida y muchas veces despreciada, pero sumamente efectiva si se tiene el convencimiento de la parte técnica hasta los jugadores que se puede. El problema es que este plan no tiene plan B, si no resulta es muy complicado cambiar el guion, aunque ante el Chelsea demostró que tiene lo suficiente para remontar, si la casa blanca se pone en ventaja, difícilmente se repetirá la película.

Dos estilos distintos, dos fórmulas diametralmente opuestas, pero un gran espectáculo el que seguro brindarán los clubes madrileños en Lisboa.