En USA 94 Brasil tampoco era un racimo de estrellas, sin embargo Romario encontró en Bebeto a la pareja perfecta, un jugador muy bueno, pero sin el brillo estelar del primero. De allí Branco y sus tiros libres, el protagonismo y liderazgo de Dunga llevaron a un selección brasilera poco vistosa pero muy efectiva a ganar el mundial.
Hoy al igual que la selección de ese entonces, solo Neymar Jr. es la estrella absoluta del equipo, hay varios líderes y muy buenos, existe orden, pero no hay efectividad, Brasil puede ganar el mundial sin su tradicional juego bonito, pero será complicado si no tiene la eficacia respectiva frente al arco. Neymar es goleador, pero no puede cargar solo con generar y anotar, Fred y Jo no son los 9 que necesita este equipo. Dónde está Romario, dónde está Ronaldo, incluso hasta Luis Fabiano representaba un peligro mayor.
Este Brasil es de transiciones rápidas, poco manejo del balón al medio campo, es el estilo del entrenador, pero esta estrategia resultará con aquello equipos que le jueguen de igual a igual, tanto México como Croacia si bien no se tiraron atrás, tomaron precauciones, allí era necesario un cerebro, un distribuidor, un pasador, este Brasil no lo tiene, Rivaldo quizá fue el último 10 clásico de Brasil, Ronaldinho generaba pero era otra su función, ese es el puesto que extraña esta selección.
Seguramente el cuadro local pasará de ronda, quizá mejore en su funcionamiento, pedir que este equipo sea como el de Francia 98 o de Corea-Japón es complicado, lo que se necesita es que quienes acompañan a Neymar Jr. mejoren su rendimiento, que lo acompañen más y mejor, Paulinho no ha sido solución, Ramírez juega por dentro y el DT lo hace jugar por fuera, Oscar no es enganche, Alves no pasa como antes, son algunas cosas que deberá pulir el cuadro verde amarelo de cara a la siguiente fase.
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