Ya
concluida la novela de la final de la Copa Libertadores, y sin mezclar los
temas ajenos al fútbol, que ya no son tan ajenos, podemos afirmar que el equipo
de Gallardo, no solo se coronó campeón del torneo, sino que lo hizo con
contundencia y de manera merecida.
El Confidencial |
El
partido de vuelta, sin estadio monumental, sin hinchas de River, con
aficionados neutrales y europeos, en la cancha del Real Madrid, en España, en
Europa, con ambos clubes sin recibir ningún castigo ejemplar (más que nada
River Plate), con una CONMEBOL actuando más como mercenaria de la FIFA y un
sinfín de condimentos adicionales se jugó por fin.
Y
en el juego, tanto en la ida como en este partido, más allá del buen primer
tiempo del xeneize, River siempre fue
mejor. Fue mejor, cuando quiso ser mejor, cuando pudo ser mejor y cuando
recordó que necesitaba ser mejor. En el partido en la Bombonera, al igual que en el
Bernabéu, nunca olvidó el libreto que su DT profesa, no entró en pánico, que no
es lo mismo que no desesperarse, una desesperación con orden.
En
ambos partidos se vio abajo del marcador, y en ambos superó la presión, en el primero
más por trabajo colectivo y en el segundo más por el talento individual (que
tiene y de sobra), no se gana solo por méritos propios, se necesita de los
errores del rival, para ser más exacto de aprovechar los errores del rival, en
ese ítem, también el millonario sacó ventaja de la desconcentración de Boca, de
su fragilidad defensiva, de lo corto de su plantel, de las decisiones de
Guillermo.
Gallardo
le ganó la pulseado nuevamente al técnico azul y oro, utilizando todas lar
armas a su disposición, toda su astucia y sabiduría del equipo que maneja.
Tremendo CV hace el “muñeco” con el club de sus amores, 9 títulos, entre ellas
dos libertadores y la posibilidad de lograr un mundialito de clubes, ¿será el
nuevo técnico de argentina?
En
medio de mucha podredumbre, al final, ganó el fútbol, lo dijo Maradona alguna
vez, la pelota no se mancha, no así el prestigio del futbol argentino y de sus
instituciones. Lo ganó River, que recupera, algo, del orgullo perdido al
descender.