14 julio 2018

Rusia 2018. Las dos realidades de la final


La final del Mundial entre Croacia y Francia les plantea a los fanáticos del fútbol ( y a los apostadores también) la interrogante sobre, quién se coronará como campeón del torneo, para ello hay considerar tanto la realidad cruda, la de los números y estadísticas y por el otro la realidad subjetiva, esa en la que intervienen nuestras emociones.



La realidad Objetiva
“Todo aquello que no desaparece, aún cuando dejes de creer en ello”, así definen algunos autores a la realidad objetiva; Para dar un ejemplo, la selección francesa cuenta con Lloris,un arquero confiable, sus atajadas en semifinales no dejan espacio a duda, Umtiti y Varane hacen una dupla sumamente sólida, y además tienen gol. Los laterales Pavard y Hernández son dos laterales aceptables, con buena proyección y estrictos en la marca. En el medio campo no hay fisuras, Kanté corriendo por todos y Pogba con Matuidi ejerciendo una labor de marca y elaboración. Igual sucede con la delantera, Griezman, siendo el cerebro del equipo, Mbapé y todo su talento, Giroud como el 9 de área.

Los números también son totalmente objetivos e indican que Francia tiene la defensa menos batida y el ataque más efectivo.

Esta realidad nos muestra por otra parte que, Croacia tiene un arquero en gran nivel como Subacic, una defensa luchadora comandada por D. Vida, este último también con la capacidad de anotar al rival de una pelota parada. En el medio campo, dos bastiones, por un lado, Rakitic y su virtud de dar siempre un pase seguro y del otro Luka Modric, candidato al mejor jugador del mundial y que posiblemente le dispute y con muy buenas credenciales el balón de oro a Cristiano o Messi. Al ataque, jugadores muy empeñosos y con la cuota de gol necesaria para preocupar al rival como Mandzukic o Pericic.

Los benditos números también indican que Croacia ha jugado tres prórrogas, en una de ellas incluso tuvo que ir a la definición por penales.

La realidad Subjetiva
En contrapartida, la realidad subjetiva es aquella que sólo existe mientras la persona crea que existe. Es decir, es una realidad que funciona desde el punto de vista de quien la percibe.  Nietzhe, al definir a la razón indicaba lo siguiente “La razón es la causa de que falseemos el testimonio de los sentidos, es decir, los sentidos no nos mienten, son nuestros testimonios los que introducen la mentira.”

Y allí entramos en el mundo de las emociones, de lo que nuestras experiencias y sentimientos desean o quieren que sean las cosas. Croacia ha demostrado que va en contra de cualquier pronóstico, que, a su buen juego, le agrega el sentimiento, la sangre, para disputar cada balón y no darse por vencido hasta el final. Croacia, equipo unido, luchador, motivado por un pueblo que ha sufrido una guerra tras otra, dejarán hasta la última gota de sudor.

Quien no se ha conmovido con el despliegue de los jugadores croatas, con ver a Modric correr todo el partido, disputar cada balón, tirarse al piso. Imposible quedar impávido ante tal muestra de coraje, de Valentía y de orgullo.

Y entonces, cuál será la realidad que se impondrá este domingo en la final, cuál realidad se coronará en el Estadio Olímpico Luzhnikí.




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